¿Narcoterrorismo?

El narcoterrorismo es la cooperación y alianza estratégica entre mafias del narcotráfico y grupos armados extremistas, así como otros grupos insurgentes o terroristas.
En una definición muy básica, el narcoterrorismo es la cooperación y alianza estratégica entre mafias del narcotráfico y grupos armados extremistas, así como otros grupos insurgentes o terroristas.
Se suele postular el narcoterrorismo como cierta alianza natural que acaba produciéndose entre grupos narcos y guerrilleros que, aunque supuestamente persiguen objetivos opuestos, operan en la clandestinidad.
En nuestro país los narcos han formado “ejércitos conformados por levas de jóvenes”, pertrechados en muchos casos, incluso con mejor armamento que los militares y estos brazos armados le dan relevancia bélica para dominar incluso vastos territorios, ejerciendo un dominio por arriba de las autoridades formales establecidas.
La lucha de los narcos se despliega en varias pistas en las que se busca el dominio absoluto para desarrollar sin obstáculo alguno sus actividades criminales.
En esta lógica se explican los permanentes enfrentamientos mortales que se dan entre grupos disímbolos en donde la crueldad para asesinar a sus rivales no tiene límite.
La otra pista es la de sembrar el terror entre la población civil con bloqueos, incendios, destrucción y toques de queda impuestos por la autoridad, ello, con la finalidad de desestabilizar al gobierno, sembrar el caos, la ingobernabilidad y la reyerta social.
Lo que ocurrió la semana pasada en varias entidades del país se circunscribe en esta lógica y diremos que es de las pocas ocasiones que se observa una acción coordinada, aparentemente por varios cárteles de la droga para manifestar su inconformidad ante diversas acciones del gobierno.
Desde luego, esta guerra emprendida por el narcoterrorismo no solo encendió los focos rojos en Palacio Nacional, sino incluso en Washington, particularmente en las agencias de inteligencia y combate a las drogas, quienes han insistido en recomendar que se catalogue a los cárteles de la droga como narcoterroristas para, con ello, perseguirlos sin límite alguno, allende sus fronteras.
Esta declaración les daría a los agentes y ejército norteamericanos la justificación legal para actuar en México con el pretexto de combatir a esos narcoterroristas que poner en riesgo la seguridad interior de ese país.
El tema es demasiado complicado y presenta claras evidencias de que el gobierno del presidente López Obrador está rebasado por la narcodelincuencia, que cada vez amplía sus horizontes de control sobre amplias regiones del territorio nacional y esto aquí y en China se llama Estado fallido.
Cree AMLO que con soslayar el problema en las mañaneras ya se resolvió el problema, esta visión sesgada y obtusa con la equivocada estrategia que emplea para combatirlos con abrazos en lugar de aplicar el estricto uso de la ley, provoca el avance de los criminales en sus afanes de dominio.
Se dejó crecer de forma exponencial a los narcos más poderosos del país con una política que evita enfrentarlos para terminar con las matanzas y ahora, apenas se empiezan a observar las evidencias del fracaso, con miles de habitantes desplazados de sus comunidades y de causar el terror en diversas poblaciones de México, incluso de las más grandes como es Tijuana, que el pasado fin de semana se convirtió en un pueblo fantasma.
La cifra de homicidios supera los 130 mil en lo que va de la actual administración y como están las cosas, seguirá en aumento como nunca antes en sexenio alguno.
Desde San Lázaro, el Grupo Parlamentario del PRI condenó los bloqueos, incendios y actos de violencia provocados por grupos criminales en Jalisco, Guanajuato, Baja California, Chihuahua y Michoacán, en días recientes, así como la inacción de las autoridades frente a esos hechos.
“Las bandas de criminales realizan acciones análogas al terrorismo. Siembran el pánico entre la población civil y no hay consecuencia legal para ellas. Las y los diputados del PRI condenamos la inacción de las autoridades y en particular la descabellada e inaceptable declaración de la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, quien adjudicó la violencia a la falta de pago de ‘piso’, y pidió a los criminales que sólo actuaran contra los omisos”, manifestó la bancada.
“Los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI consideramos inadecuada la política de seguridad que impulsa Morena y en donde la coordinación es inexistente. Es evidente que en estos momentos el Estado mexicano es incapaz de controlar la violencia que genera el crimen organizado. Lo anterior pone en riesgo a la población que circula por las carreteras o calles del país”, advirtieron los diputados.
La violencia vivida en el mes de agosto no tiene precedente en la historia moderna de México.
Dicen algunos perversos que ahora con el narcoterrorismo se requiere la completa militarización del país al quitarle el antifaz a la Guardia Nacional para vestirla con el uniforme de los soldados.