El largo camino para recuperar la soberanía alimentaria

0
image

Organizaciones campesinas ven con reserva la estrategia anunciada por el gobierno mexicano para intensificar la producción agrícola y reducir su dependencia alimentaria frente a Estados Unidos.

Desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y ahora en el gobierno de Claudia Sheinbaum, hay un interés por reactivar el campo”, reconoce de entrada Mercedes López Martínez, representante común de la Demanda Colectiva Maíz y directora de la Asociación de Consumidores Orgánicos. Sin embargo, también advierte: el principal obstáculo para concretarlo han sido los funcionarios encargados de la agricultura.

En el mismo sentido, María Leticia López Zepeda, integrante de la campaña Sin Maíz No Hay País, celebra la modificación del Artículo Cuarto Constitucional, para tutelar el derecho del pueblo a la alimentación sana y nutritiva, suficiente y de calidad. Pero aclara: “entre eso y lo que está sucediendo, sí hay una brecha todavía muy grande; entre el discurso y los hechos hay mucha diferencia”. Lo atribuye al desconocimiento del país de quienes encabezan el sector agropecuario.

Por ello, dice, se imponen metas fácilmente alcanzables que poco incidirán en reducir la dependencia de México de las importaciones estadunidenses.

México destinará en 2025 recursos públicos por 53 mil 971 millones de pesos, alrededor de 2 mil 650 millones de dólares, para reactivar la producción en el campo mexicano. Cada año incrementará el presupuesto y en 2030 ejercerá en el sector 83 mil 750 millones de pesos, unos 4 mil 100 millones de dólares.

México destinará en 2025 recursos públicos por 53 mil 971 millones de pesos, alrededor de 2 mil 650 millones de dólares, para reactivar la producción en el campo mexicano

En su conferencia de prensa matutina del viernes 4 de abril, el secretario de Agricultura, Julio Berdegué Sacristán, presentó la estrategia integral para rescatar el campo mexicano y alcanzar la autosuficiencia y soberanía alimentarias.

Enfocado en pequeños y medianos productores, el plan busca garantizar el derecho a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad para toda la población, al tiempo que eleva el bienestar de las familias campesinas y pescadoras.

Pero la presentación, esperada con altas expectativas por las organizaciones campesinas del país, fue recibida con reservas.

Aunque reconocen que el actual gobierno tiene la intención de abandonar las políticas neoliberales, las metas planteadas son tan modestas que, en los hechos, postergan el objetivo de alcanzar la autosuficiencia y soberanía alimentarias. No se alcanzará tal propósito en el actual sexenio, advierten.

Metas deficitarias

La política gubernamental anunciada es parte del Plan México, la estrategia económica del país que hará frente a la nueva relación con Estados Unidos.

El 2 de abril, el gobierno estadunidense anunció una nueva relación comercial con el mundo. México resultó con menos impacto, al conseguir un trato preferencial y mantener vigente el tratado de libre comercio de los países de América del Norte. Sin embargo, no se salvó de tarifas generalizadas para industrias estratégicas, como la del acero y el aluminio y la automotriz. Además, deberá ajustar la producción a las reglas de origen del tratado comercial si quiere mantener exentas de gravamen las demás industrias.

El campo mexicano padeció un abandono total de los gobiernos neoliberales (1982-2018), cuya estrategia alimentaria se redujo a comprar alimentos baratos de baja calidad a Estados Unidos

La respuesta de México se enfoca en activar su mercado interno y volver a producir los bienes que el país consume, de manera destacada, los del sector agropecuario. El campo mexicano padeció un abandono total de los gobiernos neoliberales (1982-2018), cuya estrategia alimentaria se redujo a comprar alimentos baratos de baja calidad a Estados Unidos y apoyar la producción industrial agropecuaria de exportación.

Con el plan anunciado, el gobierno federal estableció objetivos para incrementar la producción de alimentos básicos.

Con respecto del maíz, se propone alcanzar 21.3 millones de toneladas en este 2025. Y proyecta que en 2030 la producción anual de este alimento básico sea 25 millones de toneladas. Mientras, plantea alcanzar las 730 mil toneladas de frijol en este año y llegar a una producción anual de 1.2 millones de toneladas en el último año del sexenio. Con respecto del arroz, el propósito de 2025 es alcanzar las 221 mil 500 toneladas y producir 450 mil toneladas en 2030. También plantea alcanzar los 13 mil millones de litros de leche en este año y llegar a los 15 mil millones de litros el año que concluye la actual administración.

México compra a Estados Unidos anualmente 50 millones de toneladas de maíz. A este paso, difícilmente podrá alcanzarse la autosuficiencia alimentaria

María Leticia López Zepeda, socióloga rural por la Universidad Nacional Autónoma de México, activista con una trayectoria de liderazgo en distintas organizaciones y movimientos sociales y campesinos, explica que las metas anuales de producción de maíz resultan inferiores a la alcanzada ya durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En efecto, en 2023 México logró producir 27.5 millones de toneladas de maíz y ahora se establece como mejor escenario llegar a los 25 millones de toneladas.

Lo mismo ocurre en el caso del frijol. En 2021 se logró producir casi 1.3 millones de toneladas. En el mejor año propuesto ahora se prevé alcanzar 1.2 millones de toneladas.

Así, la Secretaría de Desarrollo Rural (Sader) “se autolimita en sus metas; quedan muy por debajo para poderlas cumplir” considera López Zepeda. “Esto nos condena a un déficit de producción cada vez mayor”.

México compra a Estados Unidos anualmente 50 millones de toneladas de maíz. A este paso, difícilmente podrá alcanzarse la autosuficiencia alimentaria.

Recomponer el tejido social

Para Mercedes López Martínez, doctora en Estudios Latinoamericanos con especialidad en Medio Ambiente, Cambio Climático y Soberanía Alimentaria, el esfuerzo debe ser mayor si realmente se quieren superar los estragos causados por el neoliberalismo.

El campo mexicano se abandonó a raíz del tratado de libre comercio (1994). Se adoptó un esquema de importación de semillas de baja calidad y de producción con alto gasto energético y esquemas de sobreexplotación de la tierra. Y se dejó de estimular a las familias campesinas. Se buscó que la producción mediante el sistema de la milpa se abandonara.”

Por ello, con la política de apoyos y capacitación, debe revitalizarse la organización comunitaria y la recomposición del tejido social en los ejidos y comunidades agrarias. Sólo así podrá detenerse un proceso social poco advertido: las personas del campo están envejeciendo y la gente joven ya no quiere seguir produciendo y trabajando en el campo, pues lo ve como un castigo o una desgracia y no como un trabajo digno.

La estrategia gubernamental de apoyo al campo se aplicará mediante cuatro programas: Producción para el Bienestar; Fertilizantes para el Bienestar; Alimentación para el Bienestar, que ahora incluye Tiendas del Bienestar; y Cosechando Soberanía

Además, hace falta visibilizar el trabajo de las mujeres. “El campo está feminizado; pero no se les paga, no se reconoce ese trabajo. Las mujeres no son propietarias de la tierra, no tienen acceso a crédito, recursos, no son mayoría en la representación de los ejidos”.

El plan anunciado contempla la construcción de infraestructura, de 2026 a 2030, para transformar y dar valor agregado a los granos y miel provenientes de pequeñas y pequeños productores.

La estrategia gubernamental de apoyo al campo se aplicará mediante cuatro programas: Producción para el BienestarFertilizantes para el BienestarAlimentación para el Bienestar, que ahora incluye Tiendas del Bienestar; y Cosechando Soberanía. Los tres primeros son de continuidad con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024). El cuarto es de nueva creación y ofrecerá ofrecerá créditos de hasta 1.3 millones de pesos, alrededor de 64 mil dólares, con tasa preferencial del 9 por ciento. También incluirá seguros contra riesgos climáticos y de precios; proveerá acompañamiento técnico agroecológico y garantizará acceso a semillas de calidad.

El plan prioriza a comunidades indígenas y campesinas. Destacan, por número de familias que serán apoyadas, estados del sur del país, como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, regiones históricamente marginadas.  La estrategia incluye programas de compras del gobierno federal con precios justos a las familias campesinas, además del pago justo a familias pescadoras.

Total Page Visits: 32 - Today Page Visits: 5

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *