**EL PUEBLO QUE VIVE DE LA MU3RT3**

Por: Jony de Alba













En la comunidad de Doxey, perteneciente a Tlaxcoapan, Hidalgo, la muert3 no solo representa una pérdida, sino también una fuente de sustento. Esta localidad se ha posicionado como uno de los principales productores de ataúdes artesanales en México, abasteciendo entre el 60% y el 70% del mercado nacional. Así lo asegura Pedro Serrano , un joven artesano que lleva 6 años trabajando en este oficio y que, junto a su equipo, ha logrado que su taller gane reconocimiento tanto dentro como fuera del país.
La fabricación de un ataúd en Doxey es un proceso completamente artesanal. Pedro explica que la elaboración de cada pieza toma alrededor de tres días. El primer día se dedica a la carpintería, donde se da forma al ataúd. Durante el segundo día, el ataúd pasa por el proceso de lijado y se le aplica una capa de base de pintura, conocida como “fondo”, que además de darle color, sirve para proteger la madera. Finalmente, en el tercer día, se realiza un lijado más fino para después aplicar el acabado, que puede ser brillante, semi mate o mate, según el gusto del cliente.
Aunque la mayoría de los ataúdes se distribuyen en México, el taller ha logrado exportar sus productos a países como Guatemala, Brasil y España. Pedro relata que algunos ataúdes han sido enviados por pedidos específicos a otros países, mientras que en otros casos, han sido turistas que fall3cier0n en México quienes fueron ent3rr4d0s en uno de sus ataúdes, llevando así el producto artesanal de Doxey más allá de las fronteras.
Entre los clientes de este municipio también figuran nombres conocidos. Pedro recuerda en particular la ocasión en que uno de los ataúdes de esta localidad llego a las manos de él famoso actor mexicano Andrés García, lo que añade un toque distintivo a la larga lista de personas que han optado por los productos artesanales de este municipio.
Durante la pandemia de COVID-19, el negocio de Pedro enfrentó uno de los mayores desafíos en su historia: un incremento abrupto en la demanda de ataúdes. “Nuestra producción aumentó un 1000%, llegamos a trabajar más de 20 horas al día”, relata el artesano. A pesar del esfuerzo, el taller no lograba cubrir la totalidad de los pedidos, lo que hizo evidente la magnitud de la tragedia que atravesaba el país.
Actualmente, la empresa produce entre 10 y 15 ataúdes por semana, y realiza entregas en puntos estratégicos de México: el centro, el norte el este y el sur del país. Las funerarias son sus principales clientes, quienes suelen recibir lotes de entre 24 y 36 unidades en cada envío.
Así, Doxey, un pequeño pueblo de Hidalgo, ha encontrado en la mu3rt3 una forma de vida, haciendo de la fabricación de ataúdes un oficio que, aunque silencioso, es fundamental en los momentos más difíciles.
Sin embargo, Pedro también enfrenta un gran conflicto relacionado con la materia prima. Nos relata que, desde la pandemia, los precios han comenzado a incrementarse de manera desproporcionada debido a la oferta y demanda de los productos necesarios para la elaboración de ataúdes.
Al finalizar la entrevista, Pedro compartió su perspectiva sobre el oficio, expresando: “No a cualquiera le es grato trabajar en esto, pero alguien tiene que realizar este trabajo y a nosotros nos tocó”. Con una profunda pasión por su labor, agregó: “De esto nos tocó vivir, y lo hacemos con mucha pasión”.