Miércoles de Ceniza

Con él se da inicio formalmente con la cuaresma en la tribu yaqui; a temprana hora se hacen repicar las campanas de la iglesia del pueblo, el tambor de los guerreros coyotes y del incipiente grupo de los chapayekas para hacer el llamado al pueblo para que tomen ceniza, siguiendo la obligación de cumplir con el mandato legado por sus mayores.
El ceremonial es iniciado con cantos y alabanzas de maestros y cantoras, mientras que el temastimol o sacristán va imponiendo la ceniza en la frente de cada persona, que hincado frente al altar recibe el sello de la cruz, que lo compromete a cumplir los ordenamientos que conlleva la cuaresma yaqui. De igual manera, se exhorta a la comunidad que la autoridad civil, que recae en el gobernador, pueblo mayor, capitán, comandante y secretario, la ejercerán los chapayekas o fariseos durante toda la cuaresma, y serán ellos quienes apliquen las leyes internas en el ámbito comunitario, sancionando a todos aquellos que transgredan las normas disciplinarias establecidas durante el ceremonial; para ello, las varas de mando de la autoridad tradicional son depositadas en el altar de la iglesia durante poco más de cuarenta días.
Después de este protocolo ceremonial, y bajo un silencio total se escuchan ladridos y gemidos de coyote, emerge bajo el altar un ser extraño que se arrastra, rueda y se levanta, observa a la multitud, su cara pintada muestra rictus de asombro y temor, se levanta y vuelve a caer, un ser extraño que nace entre las cenizas del templo simbolizando el nacimiento de la mariposa, anunciando así la llegada de la primavera.
Es el nacimiento del primer chapayeka o fariseo, que dando tumbos logra alcanzar la salida del templo para dirigirse al cuartel, donde la tropa lo espera para hacerle un largo interrogatorio sobre su origen y procedencia. La comunicación ante las tropas la hace sonando dos palitos, que mediante la mímica o señales expresa su misión en este mundo, sometiéndose voluntariamente a las tropas a cambio de techo y comida, y lograr de esta manera sus macabras intenciones, las de asesinar a un hombre llamado Jesús.
(Síntesis del texto proporcionado a culturayaqui.com por el maestro Juan Silverio Jaime León)