FELIZ 2024!!!


Inicia un nuevo año… pero no cualquier año, es el 2024. Año electoral, donde Morena pretende ratificar su posición de partido en el poder con un segundo sexenio, luego que en 2018 Andrés Manuel López Obrador, después de 12 años en campaña logró ganarle al PRI y al PAN, que ahora van juntos contra la abanderada del hijo de Macuspana. Mucho se espera de este proceso electoral y mucho esta en juego.. lo más lamentable es la inseguridad que priva en el país, y de la cual López Obrador culpa solamente a Felipe Calderón y olímpicamente se brinca a Enrique Peña Nieto como si su sexenio no existiera en la historia contemporánea de México… parece que el acuerdo es “olvidarte yo para que los mexicanos se olviden de ti”… Pero además de la permanencia de Morena al frente del Gobierno de México el mayor premio que buscan los autollamados impulsores de la Cuarta Transformación (no Transformación de Cuarta) es la mayoría total en la Cámara de Senadores y Diputados, y ese logro sería la ceresa del pastel, que le permitiría, sin problemas, a López Obrador realizar, un mes antes de irse, las reformas más importantes durante septiembre y octubre con los nuevos legisladores a su favor. Ese detalle parece que no captan los politicos del PRI, PAN, PRD, MC, quienes están enfrascados en una lucha interna e intestinal por las candidaturas a las alcaldías y diputaciones locales, cuando su mayor enfoque debería ser enviar a los mejores cuadros a competir por el Senado y la Cámara de Diputados, porque de acuerdo a la percepción generalizada la candidata de Morena, Claudia, lleva una cómoda ventaja sobre Xóchitl, de la endeble alianza PRI-PAN-PRID. Además, en el caso de Sonora, de qué le sirve a los municipios tener un Alcalde de otro partido diferente a Morena con un gobernador tan soberbio, al que solo le interesa su imagen y quedar bien ante el Tlatoani de Palacio Nacional. Dónde está su interés por defender a los ciudadanos de Ímuris que en estos momentos son prácticamente arrollados por el tren fantasma que se construye, no se sabe si para beneficiar o perjudicar a Germán Larrea dueño de Grupo México. Lo que es un hecho es el negativo impacto ambiental que la obra genera ya en la región, y que los residentes de ese municipio se encuentran en el desamparo del gobierno municipal y estatal. Los ciudadanos han recurrido, en su desesperación a los medios de comunicación de Sonora, México y extranjeros, y los reportajes han sido, también, olímpicamente ignorados por las autoridades y grupos ambientalistas, aún cuando estos últimos, siempre se ponen las pilas en épocas electorales. El impacto negativo de esta obra se verá en los próximos años , y afectará a los habitantes de Ímuris, Magdalena y Santa Ana, pero entonces no habrá remedio, como pasó en Bacanuchi, en Arizpe, donde Grupo México, con ese derrame ha ido desalojando los poblados y adquiriendo cada vez más terrenos para su expansión minera… El contaminar el agua y las tierras es una forma moderna de desalojar a los pueblos, y los magnates económicos y políticos lo saben… FELIZ 2024!!!!