A D E L A N T O C O L U M N A S—04 DE SEPTIEMBRE- DE 2023.

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TELÉFONO ROJO (José Ureña / 24 Horas)

¿De quién es el error: del método impuesto de Palacio o de sus operadores?

López Obrador desprestigió a Xóchitl Gálvez al acusarla de pretender terminar con las pensiones, en especial la de adultos mayores.

Ella lo desmintió, se amparó, un juez reclamó a Palacio Nacional, pero la decisión fue violada.

A partir de entonces la hidalguense creció, ya es formal coordinadora del Frente Amplio por México (FAM) y segura candidata opositora presidencial en 2024.

Tras ese capítulo cerrado seguirá la conclusión de otro.

Hoy debe terminarse la encuesta ordenada por el oficialismo para ungir -¿a Claudia, al puntero Marcelo o al sorprendente Adán Augusto?- y el abstruso procedimiento para disfrazar el dedazo previsible.

A la medianoche concluye la mala y lamentable operación de apoyo ciudadano para saber quién de las seis corcholatas – ¿Adán Augusto, Claudia, Marcelo, Ricardo? (Gerardo y Manuel no cuentan)- tiene más simpatías.

LOS TRES CULPABLES

Aquí viene la duda:

¿De quién fue el error, del método impuesto con corsé por Palacio Nacional o de sus dos cuestionados operadores partidistas, Mario Delgado y Alfonso Durazo?

La lógica repartiría culpas iguales porque el saldo no es favorable, aunque pretendan envolverlos en discursos de democracia y la falsedad del dedazo desaparecido.

El fatal desarrollo de hechos obligó al partido de Estado (Morena) a retirar a la presidenta de la Comisión Nacional de Encuestas interna, Ivonne Cisneros, y a asumir la conducción a Delgado y Durazo.

Ella y ellos tienen la obligación de dar fe de los 12 mil 500 cuestionarios aplicados -hasta ayer 80%, al decir de Delgado-, pero no certificados por representantes de las seis corcholatas.

Prácticamente en todo el país hubo inconsistencias, irregularidades como la ausencia de encuestadores u operación de éstos sin la presencia de los seis aspirantes nominados e impulsados desde la Presidencia.

Marcelo Ebrard y su voz y ojos ante Morena (Carlos Palacios, operador jurídico y asesor de Malú Micher y Martha Delgado) fue quien documentó más anomalías y delitos, que fueron subestimados tanto por Morena como por el INE de Guadalupe Taddei.

FENÓMENO XÓCHITL

Otro fenómeno alteró el proceso.

La aparición de Xóchitl Gálvez, quien dio vida a la oposición y ahora debe ser tomada en cuenta para el dedazo presidencial.

López Obrador tendrá hoy a la medianoche las encuestas y durante martes y miércoles deberá ponderar varios factores, entre ellos quién puede enfrentar a una hidalguense de carácter acerado y lucidez de Bolonia.

Porque a su crítica no escaparán hechos como los sabatinos de Zacatlán de las Manzanas, Puebla, donde el alcalde José Márquez mandó a empleados municipales armados y policías para impedir la presencia de representantes de Marcelo Ebrard.

La ciudadanía tampoco debiera dejar pasar la guerra de encuestas –“la mayoría nos da la victoria”, presume Claudia Sheinbaum– realizadas por encomienda a empresarios debidamente contratados y mejor pagados, quién sabe si desde el Gobierno.

Hasta ayer había hermetismo sobre las tendencias de la encuesta, pero Pío López Obrador seguramente tiene acceso a ellas y con esa base declaró puntero a Marcelo Ebrard, su favorito.

Pero, no lo olvide usted, ahí viene Adán Augusto López con paso firme.

DEL CAJÓN DEL FILONEÍSMO (Agustín Basave / Milenio Diario)

La farsa y el dedazo en cámara lent

Hace tres meses, cuando Xóchitl Gálvez empezó a considerar entrarle a la carrera presidencial, la partidocracia opositora no la quería. Por cierto, no fueron los empresarios quienes la convencieron de buscar la candidatura; ellos, como el resto del círculo rojo, ni siquiera la veían en CdMx, porque tampoco ahí era aceptada por las dirigencias. Lo sabe bien el presidente López Obrador: el puntero era Creel, por quien estaba a punto de apostar en la mañanera cuando se percató del envión orgánico que estaba tomando Gálvez y pidió una semana de prórroga; ahí, hace unas semanas, cambió su apuesta. Luego, cuando Xóchitl pensó que ya había convencido al Frente, surgió el desafío de Beatriz Paredes. Y volvieron las dudas.

Del otro lado la historia fue distinta. Hace cinco años, cuando iniciaba este sexenio, cualquier observador medianamente informado sabía que la predilecta de AMLO era Claudia Sheinbaum. Desde entonces salían de Palacio Nacional innumerables señales de esa predilección sucesoria. A ningún otro aspirante le dio las muestras públicas de aprecio y cariño que le prodigó a ella, a nadie rescató cuando enfrentaba adversidades como a ella, a ninguno en el gabinete prestó colaboradores cercanísimos para reforzar su cuarto de guerra como a ella. Maestro de la simbología, sabedor de su enorme influencia sobre sus seguidores, AMLO envió mensajes inequívocos de que Sheinbaum debía ser la candidata presidencial de Morena: desde el lugar que le asignó en las ceremonias hasta el diseño a su medida del método para procesar la coordinación de la defensa de la 4T y la anuencia presidencial a la cargada de gobernadores y al uso de los programas sociales a su favor. La denuncia de Ebrard solo corroboró lo que todo mundo veía en las giras de las corcholatas. Fue, en suma, un dedazo en cámara lenta, que AMLO buscó legitimar con la simulación del proceso corcholatero. Y esta semana ganaré la apuesta que hice hace años, no semanas: será Claudia.

Así pues, la incertidumbre sobre la candidatura estuvo del lado de la oposición, no del oficialismo. No me sorprende: en el Frente muchos meten su cuchara, en la 4T hay mando único. La idea de la representación inversa en el populismo que he citado en este espacio —la de que el líder no representa la voluntad del pueblo sino que el pueblo representa la voluntad del líder— se comprueba. Sheinbaum no es una figura carismática que por sí misma arrastre multitudes; los obradoristas la prefieren porque representa leal y eficazmente a AMLO. Xóchitl Gálvez, en cambio, se abrió paso gracias a la simpatía que despertó en la gente, lo que hizo no solo sin el aval de los aparatos partidistas sino, en un principio, a contracorriente de ellos. Y la fábula del “invento” de los empresarios no resiste el menor soplo de evidencia; ellos la apoyaron cuando, ya subida al ring, corroboraron su competitividad. Abrieron los ojos, dicho sea de paso, apenas un poco antes que AMLO.

El carisma de Xóchitl contenderá contra la marca y el aparato de Estado que impulsarán a Claudia. Pero me queda claro que, en la batalla de la narrativa, las creencias de quién fue impuesta y quién creció orgánicamente serán respaldadas por relatos fantásticos oficialistas y hechos opositores. Facta, non verba: la farsa es de AMLO.

JUEGOS DE PODER (Leo Zuckermann / Excélsior)

La estrategia de Xóchitl

Ayer, en un acto en el Monumento a la Independencia de la capital, el Frente Amplio por México designó formalmente a Xóchitl Gálvez como su candidata presidencial para el 2024 (no le dieron este título para no violar la absurda ley electoral, pero en este espacio sí podemos decir la verdad).

Muchos estuvieron pendientes de cuántas personas asistieron al mitin. Me llama la atención que todavía tengamos esta fijación de llenar plazas cuando hablamos de una elección presidencial. Si algo se ha demostrado es que, en una competencia nacional por la Presidencia, no importa la cantidad de masa que asiste (voluntaria o forzadamente) a un evento. Un candidato, como fue el caso de Cuauhtémoc Cárdenas en 1994 o 2000, puede desbordar los zócalos con entusiastas seguidores y perder la elección. Y es que, en una competencia con un padrón de 97 millones de electores, lo que importa es tener presencia mediática con coberturas predominantemente positivas.

El termómetro de los mítines no es el instrumento correcto para medir cómo va un candidato presidencial. Siendo Xóchitl la que aparecerá en la boleta por parte de la oposición, no importa cuánta gente metió ayer en el Ángel de la Independencia. Lo relevante es, a partir de ahora, su presencia en los medios masivos de comunicación, particularmente la televisión abierta que sigue siendo el lugar por el que más se informan los mexicanos, y el impacto (positivo o negativo) que esta presencia provoca entre los votantes.

Menciono esto porque Xóchitl todavía tiene un enorme tramo que recorrer en materia de presencia mediática con el fin de darse a conocer. Con todo lo que hizo estos meses, que fue mucho, sólo logró que el 53% de los mexicanos reconociera su nombre. Esto, de acuerdo a la encuesta en viviendas de Reforma levantada entre el 18 y 23 de agosto. Todavía hay un 47% de votantes que no tienen idea de quién es la candidata presidencial del Frente.

Entre el 53% de las personas que sí reconocen a Xóchitl, el 42% tiene una opinión positiva de ella y 42% una mala, es decir, su saldo de opiniones es de cero. No es un buen número.

Si bien López Obrador le ha ayudado a Gálvez para hacerla más famosa con sus menciones en la mañanera, también ha perjudicado su imagen al tildarla de corrupta. La intervención de AMLO ha sido un arma de doble filo.

Nadie vota por una persona desconocida ni de la que tiene una mala opinión. El siguiente reto para Xóchitl es darse a conocer en la otra mitad de los votantes que la ignora y concitar más opiniones positivas que negativas. No va a ser fácil porque el Presidente seguirá criticándola duramente y, detrás de él, toda la poderosa maquinaria morenista.

https://www.excelsior.com.mx/opinion/leo-zuckermann/la-estrategia-de-xochitl/1606843

EL ASALTO A LA RAZÒN (Carlos Marìn / Milenio Diario)

Es venganza, no “ahorro”*

La austeridad sin adjetivos (aunque se insista en apellidarla “republicana”) bien puede lograrse de manera institucional entre poderes tan independientes como el Ejecutivo y el Judicial.

Pero si se impone la voluntad de uno solo arguyendo contra el otro sobados lugares comunes, insultos y generalidades, lo que sea que resulte quedará envenenado

Ante la solicitud del presupuesto presentado por el Poder Judicial federal para 2024, la Presidencia de la República y sus mayorías diputadiles han dado sobradas muestras de que no quieren saber ni escuchar ni debatir ni “ahorrar”, sino castigar a un contrapeso constitucional clave que mucho los irrita.

En su mensaje por el quinto informe, el presidente López Obrador amenazó de nuevo:

“Voy a proponer una iniciativa de reforma constitucional para limpiar al Poder Judicial de complicidades, conflictos de interés, convivencias inconfesables, corrupción y derroche de recursos…”.

Luego entonces, la reforma que promovió y se aprobó cuando el ministro Arturo Zaldívar presidía el PJF no sirvió de nada.

Según sus palabras, piensa que ese poder es algo semejante a una pandilla del crimen organizado.

(Insistió asimismo en que jueces, magistrados y ministros sean electos por voto popular, como en Bolivia, donde ha sido un fracaso estrepitoso).

Para el coordinador de la mayoría morenista en San Lázaro, Ignacio Mier, es “mafiosa” la actitud asumida por la presidente del PJF, Norma Lucía Piña Hernández quien, en un acto insólito, ante el Pleno de ministros, el Consejo de la Judicatura Federal y el Tribunal Electoral, razonó la necesidad de que se le asignen a ese poder algo más de 84 mil millones de pesos, 80 por ciento de los cuales es para el pago de salarios de sus alrededor de 55 mil servidores públicos.

De esta guerra insensata la iniciativa ha sido del Ejecutivo, seguido por sus comparsas en el Congreso.

En esta fase de la embestida, sospechosamente, y a diferencia de otras instituciones (por ejemplo el INE) en que sin precisar montos ni porcentajes se habla de recortes, el mismo Ignacio Mier anticipó ya que los diputados quitarán 25 mil millones de pesos a los 84 solicitados.

No parece casual que la cifra se aproxime a la del monto de los fideicomisos que tanto han echado en cara a Piña Hernández para decirle que son parte de los “privilegios” de que gozan los ministros del Pleno.

El único otro “argumento” es que los 11 ganan en efectivo más que el presidente omitiendo, mañosamente, que en especie y prestaciones López Obrador gana infinitamente más.

Uno de los fideicomisos satanizados es el de jubilación y pensiones, instituido para el retiro de juzgadoras y juzgadores, recurso que no debe, por ley, tener otro destino que éste, creado para reforzar la independencia y probidad de jueces, magistrados y ministros.

Aguas bancadas de Morena y asociados: con la reducción de 25 mil millones no van a acabar con los fideicomisos, pero sí a matar al Poder Judicial federal…

DÍA A DÍA (Héctor Aguilar Camín / Milenio Diario)

El arranque de Xóchitl

El jueves 31 de agosto, Xóchitl Gálvez asumió la candidatura del Frente Va por México, luego de esperar, cuidadosamente, a que su contendiente Beatriz Paredes, no el PRI, la reconociera ganadora en la recta final de la carrera.

El viernes 1 de septiembre se comió en el Congreso el llamado “día del Presidente”, el día en que el presidente da su Informe de gobierno, y los reflectores se reservan para él.

Es una ceremonia trivial desde que el Congreso expulsó de su recinto a los presidentes, en el último año de Vicente Fox, en 2006. Desde entonces, los presidentes no hablan en el Congreso. Envían su Informe impreso con el secretario de Gobernación y lo leen en otro lugar, cómodo con sus invitados, sin que la oposición pueda increparlo y agriarle el día.

Las bancadas del Congreso, aisladas por ellas mismas del contacto con el Ejecutivo, se limitan el día del Informe a hacer “posicionamientos” que a nadie le importan, nadie escucha y nadie lee.

Muy distinto fue el caso este 1 de septiembre, en que el Congreso retumbó.

El Presidente leyó su Informe en Campeche, a las 11 de la mañana, hora de baja audiencia, y se subió luego a un vagón para recorrer un tramo del Tren Maya y atestiguar, durante el estreno, la primera falla del nuevo tren, un “desperfecto” que tardó en repararse una hora.

En la Ciudad de México, en el Congreso, el PAN encargó a Xóchitl Gálvez su “posicionamiento” frente al Informe y Gálvez se volvió la noticia política del día.

Leyó un discurso de 1, 134 palabras, cuyo contenido merece comentario aparte. El discurso galvanizó a la oposición, sacó de quicio a la bancada oficialista, mostró el vigor de la aspirante presidencial en la tribuna y se convirtió en un brioso e inesperado arranque de campaña.

Ayer, domingo 3 de septiembre, con otro discurso digno de comentario, Xóchitl Gálvez asumió formalmente la candidatura del Frente Va Por México, ante un gentío en el Ángel de Paseo de la Reforma, mientras salían a las calles partidarios suyos en sesenta ciudades del país.

El arranque de Xóchitl.

DUDA RAZONABLE (Carlos Puig / Milenio Diario)

¿Son advertencias de Claudia sobre el futuro

Hagamos este ejercicio. No es más que un ejercicio, una especulación. Digamos que como indican hoy todas las encuestas se mantienen en el lugar que hoy sabemos que están y, por lo tanto, Claudia Sheinbaum será primero la candidata de Morena para la elección presidencial y después será la presidenta de México. Insisto, esto es una especulación, falta mucho, muchas cosas pueden pasar.

Pero. El fin de semana la Fiscalía de Ciudad de México volvió a detener al fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara, con una nueva orden de aprehensión por el delito de encubrimiento por “favorecimiento”, cuando apenas había puesto un pie afuera del Reclusorio Sur.

“La #FiscalíaCdMx informa que, este viernes, agentes de la @PDI_FGJCDMX cumplimentaron una nueva orden de aprehensión en contra de Uriel ‘N’ por su probable participación en el delito de encubrimiento por favorecimiento”, dijo la fiscalía. El viernes, el Décimo Tribunal Colegiado Penal de esta capital había ordenado liberar al funcionario y estableció que debía continuar fuera de prisión su proceso por delitos contra la procuración y administración de justicia.

Todo este asunto viene del caso de Ariadna Fernanda López Díaz, que fue encontrada muerta en Tepoztlán el pasado 31 de octubre.

El equipo de peritaje de Morelos dijo que había muerto de una cosa y días después el peritaje de Ciudad de México dijo lo contrario. No solo eso.

La investigación de Ciudad de México nos reveló unos videos en los que se ve a un amigo de Ariadna, con el que había convivido esa tarde, cargando su cuerpo para ponerlo en una camioneta y después llevarlo a Tepoztlán.

¿Caso resuelto? ¿O no?

No, porque en México la justicia siempre tiene que ver con la política.

Confieso no tener idea de quién es Uriel Carmona. Pero a juzgar por el tamaño de desastre en impunidad en Morelos, no debe haber sido muy buen fiscal. Pero sabemos más: el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, lo odiaba. Y El Cuau es gran claudista.

Entonces, prisión preventiva para Carmona. Por cierto, nadie se opone a la investigación y saber por qué el peritaje de Morelos, que quienes lo hicieron han defendido hasta ahora, es diferente. Pero, ¿prisión para su jefe?

¿Sheinbaum ama la prisión preventiva oficiosa tanto como López Obrador? ¿Le gusta la utilización política de las fiscalías? Porque ya pasó con Alejandra Cuevas. Dudas razonables frente a quien se encamina a ser presidenta. Nomás para saber.

RAZONES (Jorge Fernández Menéndez / Excélsior)

El NYT y la filtración de Encinas

Los intentos de manipulación del caso Ayotzinapa exhibieron un nuevo capítulo en un largo artículo en el prestigiado New York Times, con la publicación de un reportaje sobre la desaparición de los jóvenes de la normal en Iguala el 26 y 27 de septiembre de 2014.

La entrada es espectacular. El NYT asegura que tiene “un vasto tesoro de alrededor de 23,000 mensajes de texto no publicados, testimonios de testigos y archivos de investigación obtenidos por The New York Times (que) apuntan a una respuesta: “Casi todos los brazos del gobierno en esa parte del sur de México habían estado trabajando en secreto para el grupo criminal durante meses, poniendo la maquinaria del Estado en manos del cártel y aplanando cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino”.

Pero no prueba nada de eso, al contrario. No revela nada nuevo, insiste en lo que han manejado el GIEI y en las declaraciones del subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, en el mismo NYT en agosto del año pasado con los mismos 23 mil mensajes que Encinas dice haber conseguido el año pasado y que no validó “para no poner su contenido en riesgo”. Lo que sí sabemos ahora es que, según el NYT, son mensajes que le entregó la DEA, que parece haber dado un paso más en su largo enfrentamiento con el Ejército mexicano.

El hecho es que ninguno de esos mensajes (ya conocidos) proviene de algún militar; cuando en alguno de esos mensajes hablan de militares, sin identificarlos, no se señala ninguna acción concreta que ellos realicen a favor de Guerreros Unidos, en todo caso, de intentos que los sicarios hacían para tratar de cooptarlos. En esas conversaciones no existe una sola comunicación entre algún militar y algún criminal, ni una sola.

https://www.excelsior.com.mx/opinion/jorge-fernandez-menendez/el-nyt-y-la-filtracion-de-encinas/1606840
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